[Fuente] Todos los líderes empresariales deberían sentirse mejor después de aprender dos cosas acerca de Steve Jobs:
- Durante la mayor parte de su vida, él fue bastante malo en ejecutar acciones que involucrasen personas, equipos de productos, empresas, reuniones, etc.
- El hecho de estar equivocado tan frecuentemente, en una época temprana, y encontrar un mentor (eventualmente), lo cambió de un modo tan drástico que se convirtió en una leyenda, y talvez en el líder empresarial más efectivo de la era moderna.
Pero primero, las meteduras de pata:
En Apple (1976 – 1985):
- Estaba equivocado acerca de la Lisa y la Mac (que fue una falla del producto y ocasionó un bajón de ventas antes de ser mejorado —en todo— y relanzado después de que él se fue). Aunque, de un modo brillante, estaba en lo correcto acerca del marketing para Macintosh, él estaba a cargo del equipo que creó un producto no imperfecto al mercado.
- Se equivocó al reclutar y contratar a John Sculley para dirigir Apple (después Sculley lo arrojó de la Mac y básicamente encontró el modo de sacarlo de Apple).
- Se equivocó en la administración de recursos humanos de Apple, incluyendo a todos los gerentes que estaban de parte de Sculley en la confrontación en la que finalmente se decidió su despido. En algunos casos, no estuvieron de su lado simplemente porque él se había portado muy mal con ellos. Estaba equivocado acerca de que el hardware era más importante que el software en las primeras etapas de la industria de las PC.
En NeXT (1985 – 1996):
- Estaba en lo cierto acerca de la contratación de Avi Tevanian y la oportunidad de mercado, pero estaba equivocado en cuanto al momento oportuno.Se equivocó por un margen de más o menos cinco años, y el mercado se ganó y perdió y volvió a ganar de una manera que no fue influyente de todos modos. Nunca tuvo un éxito de ventas en el nivel de negocio a negocio (B2B).
- Él estaba equivocado, en casi todo, en la forma en que manejó NeXT, incluyendo las oportunidades fallidas con IBM y otros socios potenciales que eran clave.
- Podríamos decir que tenía razón al vender la compañía a Apple, pero en realidad tendríamos que limitarnos a su papel de negociante. Todo lo que era bueno acerca de la compañía era en realidad Avi, y todo el dinero y la oportunidad desperdiciada los comprendían Steve y las otras personas que contrató y posteriormente dirigió de mal modo.
En Pixar (1986 – 2006):
- Se equivocó al comprar Pixar y lo admitió constantemente durante 10 años después de hacerlo.Perdió dinero todos y cada uno de los años en que poseyó Pixar hasta que renegoció su acuerdo de distribución con Disney y finalmente la vendió, pero fue vendido por un valor que él no estimó y con el que no tenía nada que ver (tenía escasos recursos de financiamiento y de negociación).
- Estaba equivocado acerca de hacer que Pixar vendiera plataformas de computación de negocios —similar a lo que estaba tratando de hacer con NeXT.Fracasaron completamente en esto, eran terribles en ello, y no querían hacerlo de todos modos. Si algo lograron fue abstenerse de hacer aquello a lo que realmente debían dedicarse: películas digitales.
- Estaba en lo cierto acerca de no interferir con la cultura de Pixar, sus opciones de gestión, o cómo la empresa era dirigida —y básicamente entregando estas funciones a Ed Catmull, un mejor administrador que lo que Jobs jamás sería— pero eso era parte de su acuerdo con Catmull, de modo que es difícil darle crédito por eso.
- Él tenía toda la razón al negociar los tres acuerdos con Disney (el primero, bastante malo pero necesario, el segundo, que era bastante bueno, y eventualmente la venta final). Y aunque el producto y el arte eran enteramente obras de Lasseter y Catmull, Jobs probablemente obtuvo de 5 a 10 veces más ganancias del segundo acuerdo que cualquier otro humano en el momento. En ese entonces, esto se volvió su mejor carta de presentación.
- Acertó en gran manera al acelerar la salida de Michael Eisner de Disney con una campaña de difamación pública orquestada; y acertó aún más al desarrollar una relación muy estrecha con el sucesor Bob Iger, quien eventualmente compraría Pixar, haciendo que Jobs se convirtiera en el mayor accionista. Gracias a Iger, Jobs se convirtió también en parte de la junta directiva.
En Apple (1997 – 2011):
Hizo tantas buenas e importantes decisiones que sería demasiado quisquilloso destacar los pocos errores que cometió. Tomó importantes riesgos corporativos y, constantemente a lo largo de su permanencia, la mayoría de ellos pagó con creces. La mayoría de los productos que fueron llamados errores ahora parecen ser elecciones ampliamente razonables. Por supuesto que no aceptó la idea de aplicaciones de terceros para el iPhone pues era un producto nuevo y, además, algo así no había funcionado antes para Nokia o Rim.
Pero para cada decisión de menor importancia en la que pudo ser un poco más (o menos) agresivo, él tuvo de cuatro a cinco decisiones en las cuales acertó con tanta precisión que difícilmente hubiera sido posible para otro. En este punto de su vida, era un mejor gerente, un mejor compañero de trabajo, y una persona más responsable de lo que nunca había sido antes.
Él era todavía un poco rabioso y algo inmisericorde, pero en cualquier caso eso benefició a Apple. Desde su gran logro al conseguir que Bill Gates se comprometiera a apoyar la Mac e invirtiera $150 millones, hasta la eliminación de muchos de los productos más apreciados y de alto perfil en el laboratorio de desarrollo de Apple —porque ellos sencillamente no eran consistentes con su visión de la compañía—, todas estas decisiones eran de espeluznante riesgo y cualquiera pudo haber derrumbado su oportunidad de éxito aún desde antes de que empezar a erigirse.
Su segunda etapa en Apple es probablemente el modelo por el cual todos los otros CEO de tecnología serán juzgados por décadas, y tendrás que concluir que mucho de ese ejemplo proviene de toda esa condenada experiencia en estar equivocado en el pasado y volverlo a intentar.