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Esta es una traducción. El artículo original se encuentra aquí.

Desde que mi libro “Dive Right In – The Sharks Won’t Bite: The Entrepreneurial Woman’s Guide to Success” fue publicado en 1995, he visto muchos e increíbles cambios en mujeres emprendedoras, incluyendo un aumento en los recursos, redes y oportunidades. No solo he visto estos cambios positivos en mi propia vida laboral sino también en las tutorías hacia otras mujeres y en las organizaciones para el bienestar de las mujeres en las que he participado, incluyendo la National Association of Women Business Owners y la National Women’s Business Council.

Pero a pesar de estos cambios, los ingresos que reciben algunos negocios pertenecientes a mujeres se han estancado. De hecho, los ingresos que reciben los negocios liderados por mujeres decrecieron de un 4.4% a un 4.2% entre todas las firmas alrededor de los Estado Unidos desde 1997. Sumado a esto, de acuerdo a la Asociación Nacional de Propietarias de Negocios, únicamente el 4.2% de las empresas que son propiedad de mujeres llegan a la marca del millón de dólares. El porqué es una de las preguntas más importantes a responder aunque considero que puede estar relacionado con algunos prejuicios de género o estereotipos. Nosotros tenemos algunas expectativas respecto a cómo deben pensar y comportarse las mujeres, y como deben dirigirse hacia el área de los negocios, el éxito y el dinero. Estos prejuicios, tanto para hombres como para mujeres, han cambiado considerablemente en los pasados 20 años incluso volviéndolos más sutiles.

Los prejuicios de género no son el único limitante en el proceso de construcción de un negocio. Los miedos y creencias de las mismas mujeres también son limitantes en su camino hacia el éxito. Aquí les presentamos tres de las barreras más comunes que continúan plagando a las mujeres y como puedes lidiar con ellos.

1. Perfeccionismo.

Uno de los más grandes problemas que he visto desde mediados de los 90 en mujeres que quieren empezar sus negocios es la incapacidad de escoger el negocio que quieren y concentrarse en este. Ellas hablan de todos los proyectos que quieren empezar pero aun así continúan estancadas. En un principio pensé que esto estaba relacionado con la falta de compromiso, hasta que descubrí que esto es también una forma de perfeccionismo. Todo debe ser perfecto antes de lanzar el proyecto oficialmente.

Ahora puedo entender que este tipo de mujeres son quienes no se lanzarán hasta que no tengan el nombre perfecto para la compañía, que no delegarán tareas porque ellas pueden hacerlo mejor por sí mismas, o que se obsesionan con la idea que un cliente se puede quejar por el más mínimo de los detalles. Claro que el nombre de tu empresa es importante pero no debes dejar que este punto te impida lanzar tu proyecto. Además, puede que hacer las cosas por ti misma sea la mejor manera de asegurarte que todas las cosas sean perfectas pero no es la manera de construir un negocio, necesitas de empleados, compañeros o ayuda extra para poder crecer en esta área. También es importante que tomes en cuenta los comentarios de tus clientes pero no debes dejar que una queja te impida seguir avanzando.

Generalmente las mujeres se culpan a ellas mismas por los más mínimos errores, evita hacerlo. En su lugar tienes que solucionar el problema y seguir avanzando.

2. Incomodidad hacia el dinero.

Para las mujeres, discutir sobre dinero es algo poco atractivo. Cuando era pequeña las chicas generalmente decían, “No preocupes a tu pequeña y linda cabeza con eso”. Me di cuenta que era difícil imaginar que alguien pueda ser tan políticamente incorrecto en estos días, sin embargo hay otras maneras en las cuales las niñas y mujeres son concientizadas sobre el dinero haciéndoles creer que este es un tema del cual mejor deben apartarse.

A veces algunas mujeres internalizan este mensaje y actúan como si el dinero fuera demasiado aburrido como para pensar  en él, o peor, que el concepto de éxito financiero las haga sentir culpables. Cabe aclarar que escribo “concepto” porque no conozco a ninguna mujer financieramente independiente que se sienta culpable de ello. Por otra parte, la culpabilidad y el inconformismo con el dinero afectan a los negocios de incontables maneras, desde establecer tarifas y precios hasta controlar el flujo de efectivo y la obtención de financiamientos.

Aquí hay otro ejemplo: un buen consejero financiero me dijo recientemente que en su experiencia, los hombres son mejores que las mujeres al buscar financiamiento. Yo lo creo. Su consejo para las mujeres es prepararse cuidadosamente y entender completamente sus proyecciones de efectivo. Sin embargo esto es imposible si el tema de dinero te aburre o te hace sentir culpa, no te es atractivo o te es irremediablemente incómodo. Para lograr el éxito, las mujeres deben sobreponerse a la incomodidad hacia el dinero, especialmente cuando los prejuicios de género respecto al tema aún continúan vivos en el mundo de los negocios.

3. Ser queridas

Se ha creído que las mujeres deben “ser queridas” desde tiempos inmemorables. Hoy en día nosotros reconocemos que la necesidad de ser queridas puede venir de nuestro éxito como emprendedoras. Su origen es fácil, en los negocios es preferible ser respetada que ser querida, ya sea al dirigirse a los clientes, empleados, suplentes o ayudantes. La buena noticia es que generalmente ser respetada también significa ser querida.

Creo que las mujeres ponen atención a estas necesidades en todas las interacciones de negocios, pero lo hacen de manera más especial durante las presentaciones de venta. Frecuentemente algunas mujeres me dicen que hicieron todo lo posible para convencer al cliente y aun así tuvieron que irse sin haber llegado a un acuerdo. Incluso algunas mujeres comparan las reuniones de ventas con las citas y se sienten muy rechazadas cuando no logran conseguir un buen negocio.

Sin embargo una presentación de ventas no se refiere a ser queridas  (aunque tengo que admitir que esto ayuda). Una venta efectiva se refiere a identificar las necesidades de los clientes y proveer soluciones a sus problemas. Verte a ti misma como alguien que puede proveer una solución es un paso importante para sobreponerte a la idea de ser querida y al mismo tiempo es un ingrediente importante para el crecimiento de tu negocio.

Mientras que el trabajo aún necesita ser hecho, hay muchas buenas noticias para las mujeres que quieren empezar y crecer en su propio negocio. Hay más libros, consejería en línea, entrenadores y organizaciones de negocios de mujeres emprendedoras de los que nunca ha habido. Pero más importante es que finalmente estamos reconociendo que las mujeres vemos y llevamos nuestros negocios de una manera diferente que los hombres y que necesitamos de la ayuda de otra mujer para aprender y crecer. Esto se puede observar tanto en las compañías de trabajo solo para mujeres como en los espacios compartidos. Las mujeres se sienten cómodas apoyándose las unas a las otras. Esto nos da la oportunidad de ser más abiertas y poder operar en un mundo de negocios de hombres y mujeres. Nosotras queremos que todos puedan disfrutar de su éxito. Así que, si el emprendimiento es el camino que escogiste, tus oportunidades de tener éxito son infinitas.