Las empresas sociales con fines de lucro han recorrido un largo camino.
No hay que buscar más allá de la espectacular oferta pública de Etsy a mediados de abril. La oferta pública inicial (OPI) obtuvo beneficios de 267 millones de dólares para el mercado de artesanías, que vio su cuota duplicarse en su primer día de negociación. Por lo tanto, parecería que la pregunta abierta sobre si las empresas impulsadas por una misión social también pueden ganar dinero, también puede cerrarse.
Etsy se encuentra registrada como una certificada “B Corp”. Esto significa que tiene un “doble resultado final”, pues por un lado, se paga a los accionistas públicos y por otro, se busca que apoye a su comunidad y las causas sociales que se promueven.
Tradicionalmente, estos tipos de empresas han enfrentado dificultades para reunir los fondos de los inversionistas, quienes tienden a ser impulsados por el lucro. Además, tener una misión social ha sido durante mucho tiempo considerado como un lastre financiero de una empresa y de este modo amenaza la capacidad de una empresa de beneficiar financieramente a sus accionistas. Eso tiene evidentes implicaciones para una empresa que quiere una OPI, dado que la mayoría de las empresas tiene un deber de crear beneficios para los accionistas.
Sin embargo, si la experiencia Etsy puede servir como un indicador de lo que está por venir, el futuro parece brillante para las empresas sociales. Aun así, no siempre tendrá sentido para cada empresa. El proceso de certificación, por ejemplo, no es trivial, y podría significar que se convierta en una empresa de beneficio legal, lo cual conlleva varios requisitos legales que lo afectan a usted, a su junta y a sus inversionistas.
He aquí un vistazo al proceso de registrarse como un “B Corp”, así como algunas de las ventajas e inconvenientes:
Un poco de historia
Más de 1.200 pequeñas empresas se encuentran registradas como “B Corps”. Es posible que sea Etsy la primera en hacerse pública con la certificación. Sin embargo, fue precedida por la empresa de cosméticos, “Natura”, que se hizo pública en 2004, y que recibió su certificación en diciembre de 2014.
La certificación “B Corp” fue creada por la organización sin ánimo de lucro “B Lab” en 2006. El objetivo consistía en desarrollar un conjunto de normas, así como el “Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental (LEED) establece las normas de edificios ecológicos, para las empresas orientadas a objetivos.
Estas empresas tienen como objetivo salvar el medio ambiente y beneficiar a las comunidades en general, más allá de los accionistas de la empresa. Las comunidades, que a menudo se denominan interesadas en las empresas, incluyen a los clientes, las localidades en que el negocio funciona o fabrica sus productos y servicios, y los empleados.
A los clientes parece gustarles
Registrarse como “B Corp” puede ayudarle a desarrollar su misión de la empresa, y puede ayudarle a conectarse con una comunidad específica, e incluso a distinguir su producto de los competidores.
«La razón por la que lo hicimos en un principio, era decir a los trabajadores que es importante para nosotros resolver estos problemas», expresa Mike Del Ponte, el fundador de “Soma”, un filtro de agua sostenible y compañía de garrafas en San Francisco. «Pero lo que sorprende del proceso en sí mismo es que nos ayudó a pensar en cómo mejorar a nuestra compañía.
Y los clientes se preocupan por la distinción también, Del Ponte expresa, como una manera de distinguir productos de la compañía, de los competidores que carecen de certificación. Es algo así como la forma de etiquetado ecológico puede guiar las decisiones de los consumidores, dice.
El proceso puede ser extenuante
Por su parte, Soma ha sido una “B Corp” certificada desde agosto de 2014. Del Ponte dice que el proceso de certificación, que comenzó con un cuestionario que incluía unas 250 preguntas, llevó varios meses de arduo trabajo y requirió reuniones quincenales con los ocho empleados de la compañía, para asegurarse de que todos estaban a bordo.
Entre otras cuestiones, la compañía debía ser capaz de demostrar que sus materiales y procesos de fabricación eran sostenibles. Eso fue bastante fácil, ya que la fábrica de Soma está a 40 minutos y puede ser auditada por ejecutivos de la empresa. Además, sus productos de filtro están hechos de fibra de cáscara de coco sostenible y su embalaje es completamente de desecho postconsumo.
¿Otras preguntas fueron un poco más difíciles, como la pregunta sobre si todos los empleados conocían a los miembros de la Junta, y si tenían una visión de las finanzas de la empresa.
«Como un director ejecutivo, que fue un momento de inspiración», dice Del Ponte. Cuando agregó dichas preguntas, eso lo llevó a hacer cambios para que hubiera más transparencia sobre tales asuntos. Y la misión social de la compañía se ha desempeñado bien con los inversores. Soma ha recaudado $ 6 millones, gracias a una combinación de inversionistas acreditados y empresas de capital de riesgo de Silicon Valley, de los cuales, $ 2,2 millones entraron en una ronda de serie A tras su certificación.
Se proporciona claridad en cuanto al propósito
Jeffrey Hollender, Director Ejecutivo y co-fundador de “Seventh Generation”, la empresa sostenible de productos de limpieza, afirmó que la certificación era crítica para su empresa, que fue una de las primeras en obtener la certificación “B Corp“ en 2007. (Su última compañía, “Sustain Condoms”, fundada junto a su hija Meika, también tiene la certificación).
«El aspecto más importante fue el nivel de seguridad que la certificación podría brindar a los consumidores”, asevera Hollender. “En un mundo donde muchas empresas se hacían llamar socialmente responsables, era imposible medir y evaluar quién lo fue y quién no.»
Usted podría terminar en problemas legales
Aunque Hollender dice que nunca consideraría comenzar una empresa que no tenía la certificación “B Corp”, es probable que no todos estén felices. Los abogados de “Seventh Generation” aconsejaron lo contrario», dice Hollender.
De hecho, certificar como un “B Corp” podría ser el primer paso hacia convertirse en una corporación de beneficio, una distinción legal disponible en 26 Estados y el distrito de Columbia que no requiere certificación “B Corp”, pero significaría que reescribir los estatutos de la empresa para estar en consonancia con los principios que colocan a las partes interesadas en igualdad de condiciones con los accionistas, o tal vez frente a ellos. Según los expertos, esto podría tener repercusiones legales posibles, particularmente para las empresas públicas, donde la expectativa general es que el accionista siempre viene primero. (Por su parte, Etsy no ha decidido si se convertirá en una corporación de beneficio, dijo una portavoz de la compañía).
Para ello, podría ser mejor obtener una certificación “B Corp” antes de salir a la luz pública, dice Hollender. «De esa manera cada inversionista sabe que eres una», dice Hollender.